lunes, 10 de septiembre de 2012

LA CRISIS DEL REGIMEN

El artículo de Alberto Garzón, "La crísis del régimen" (  http://www.agarzon.net/?p=1993 ) suena al grito de alarma de quien no tiene respuestas. Al parecer ha descubierto la magnitud del  Chiringuito Político español, esa infernal organización construida paso a paso por los grandes partidos desde la Transición. El PP y el PSOE, dos partidos de masas que han secuestrado la Democrácia, que han moldeado las instituciones repartiendose los puestos clave, marginando dentro del Congreso al resto de los partidos. El mecanismo es un feroz bipartidismo interesado que vacia de contenido cualquier acción política, a excepción , quizá, de los nacionalismos en momentos puntuales y coyunturales.
    Tal como estamos viendo casi a diario, sin que podamos salir de nuestro asombro, el Partido Popular se pliega y subordina a la Union Europea cosa que casi podriamos considerar como "natural" en un contexto globalizado, por la posición que ocupa dentro de la derecha europea, si obviamos las importantes cuestiones de soberanía que se conculcan. La sorpresa,  --relativa sorpresa-- es el PSOE.   A la gente se le ha vendido la idéa de que es un partido de izquierdas y puede ser que alguna vez lo fuera. Pero no es la primera vez que
la socialdemocrácia traiciona a la clase trabajadora y, como bien se sabe, ha ido dejando descolgados a hombres y mujeres, dolorosamente sorprendidos por que ese partido no era el que ellos imaginaban y deseaban.  Sin embargo, la cosa viene de mas atrás --todavía vivia el general Franco-- y fué un claro signo de los tiempos que venian la proclama de Felipe Gonzalez prescindiendo del marxismo, (Si aún siguen cantando La Internacional es para despistar o introducir un punto de nostalgia en las buenas gentes que siguen en el partido).  Claro está, hay un cierto mimetismo en comportamientos y acciones. El PP-PSOE secuestra al Congreso y por ende a la Democracia (parlamentaria), y la cúpula de intereses que rige el PSOE secuestra el ideal de izquierdas que alguna vez fue la seña de identidad del partido. En ambos casos al márgen y a pesar de los ciudadanos y ciudadanas.
    En el PP la cosa es mas fluida y natural, Cuentan con la Iglesia, con los ricos y con los muy poderosos, además.  Pero mira por donde aparece La Crísis.  ¡Y que crísis!  - Y el PSOE empieza a patinar, era la época del avispado Solbes, aquel ministro que al ser preguntado si envidiaba a un colega cesado, dijo, ¡Si, envidio su condición de ex-ministro!!.. Cada vez resulta mas difícil redistribuir y los equilibrios son imposibles. Hay que echar mano de las hemerotecas para comprobar la ingente cantidad de lamentables estupideces dichas y hechas por el Gabinete Zapatero en sus distintas versiones, que al final, cae.
   Gana el PP las elecciones.  Por mayoría absoluta. Promete de todo, la solución la tiene el Sr. Rajoy que está convencido de que las recetas neoliberales que le han facilitado " de arriba" y su mera presncia va a enderezar la situación.  Y entonces aparece la Prima,   --Si, la del chiste, "No se quien es Riesgo, pero ¡estoy de su prima hasta el.....!  -- Y la prima no para de subir enriqueciendo a los alemanes y arruinandonos
a los del sur, a pesar de que el Sr. Rajoy, desmelenado, no para de serrar y recortar. Bueno, la consigna ha sido esa, y el Sr. Rajoy obedece.
   En este momento España es un país seriamente tocado en la línea de flotación. El empobrecimiento ya es notable y la endeblez de su estructura institucional, parasitada por toda clase de gérmenes, no ofrece ninguna seguridad y esta desnuda con todas las vergüenzas al aire en el escaparate donde mira la opinión pública.  El
PP y el PSOE tambien han quedado desnudos, ya no engañan a nadie. Hay un gran y creciente descontento tanto en las filas del PP como del PSOE.  Sí, ¡tambien en las del PP!  que no son inmunes, por lo que se ha visto, al destrozo efectuado por su partido sin visos de haber acabado aún.    Y aqui estamos.
   La fractura que hay entre la población y los profesionales de la política tiene difícil recomposición y las incognitas son innumerables.  ¿Unas nuevas elecciones?  ¿Para qué, que va a cambiar?  ¿Va volverse a repetir el ciclo sin fín de una maquinaria creada con unos objetivos precisos, viciada de orígen por unos pactos y acuerdos coyunturales que, además, se ha degradado con el paso de los años?  Es evidente que con el aparato legislativo que tenemos, si no gana el PP, ganará el PSOE y los cambios en el resto no seran relevantes para el pueblo.  En lo que respecta a IU  --Y a UP y D-- podrían, incluso doblar su representación, lo que sería un éxito de puertas para dentro, pero para el pueblo carece de interés. Y quiero creer --con toda sinceridad-- que el Sr. Garzón tampoco estaría satisfecho y conforme con la repetición, sin cambios reales y profundos, de nuestros mecanismos político actuales.

Juan Murillo Sarabia

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