jueves, 2 de junio de 2016

NADA HA CAMBIADO

Cuando Rajoy nos pide el voto aduciendo que ellos son la seguridad y la estabilidad, por primera vez está diciendo la verdad. El político que ha conducido el país en estos últimos cuatro años al máximo nivel de deuda, (mayor del 100% del PIB); a un paro espeluznante casi crónico del 22%; a un empobrecimiento global de España, con una pérdida de más del 22% del poder adquisitivo de los salarios. Que ha asegurado una firme desesperanza al 60% de los jóvenes en paro, imposibilitados de encontrar trabajo a pesar de tener una formación de las más altas que nunca ha logrado este país; que ha establecido una tasa de atención a los dependientes y mayores en constante regresión dejando la Caja de las Pensiones a la mitad. Este político (El de, ¡Luis, se fuerte!), cuyo partido  ha construido redes económicas corruptas por todo el país, que viene aceptando--y lo seguirá haciendo-- una dependencia y sumisión al mandato de Bruselas, capital de esa UE de los mercaderes que basan el futuro español en el la austeridad y el empobrecimiento de la mayor parte de la población. Pues bien. Este político nos asegura que ellos son la seguridad y la estabilidad. La de ellos: los políticos corruptos, los banqueros sin escrúpulos, los oligarcas caciquiles, las multinacionales depredadoras. El Poder establecido.

Rajoy no miente. Hay firmeza y convencimiento en lo que dice. Es proverbial y conocida su sumisión al mandato de la Troika. El ministro de Finanzas alemán, W. Schäuble ya ha anunciado un recorte de 10.000 millones de euros en los próximos meses que imposibilitará una política de mejora en Educación, Sanidad, Jubilaciones y cobertura a parados. Este es el escenario que tenemos y de una manera inexplicable, las encuestas siguen vaticinando un voto del 27% al Partido Popular. Culpan a los viejos temerosos, esos mayores que por segunda vez han de ocuparse de sus hijos, ¡y de los hijos de sus hijos en paro! Yo no comparto esa afirmación. Nuestros abuelos han dado sobradas pruebas de dignidad y valor. Creo que son múltiples las causas, entremezcladas y difusas.

La abstención tradicional de la izquierda sí que es un problema. El futuro es oscuro y lo nuevo una incógnita: pero tenemos una oportunidad.


¡HAY QUE DESBORDAR PARA BARRERLOS!   JMS.  (01/junio/2016)