jueves, 4 de enero de 2018

BORRON Y CUENTA NUEVA (2) (Texto enviado al Agrupa el 21/09/2017 borrado por Podemos-Alcalá)

Con opacidad y secretismo se está llevando el asunto de la denuncia al Comité de Garantías de nuestros concejales militantes de Podemos, por presuntos hechos irregulares y/o delictivos. Lamentable todo el tema, y oliendo mal los procedimientos. Se desconoce en detalle contenidos, origen y personas denunciadas. Este episodio, sin duda ha de tener consecuencias políticas en Alcalá, máxime, habiéndose publicado desde la Secretaría de Organización del CCA la información del hecho. A veintiuno de septiembre y después de continuas filtraciones desde junio, advirtiendo que los pormenores se conocerían antes de acabase el mes de julio, seguimos sin saber el recorrido de la denuncia contra los concejales pese a afirmarse desde medios cercanos a la SOA que era inminente esa comunicación. Se afirmaba también que el asunto "explotaría" a finales de agosto coincidiendo con la feria alcalaína, en ese momento, la dirección de Madrid montaría una Gestora del partido en Alcala para cubrir la segunda etapa hasta 2019.

Pues ni lo uno ni lo otro. Acabó la feria, paso el 31 de agosto, también el 20 de septiembre y seguimos igual. Se está practicando un juego político irresponsable, de muy bajo nivel, inútil y disgregador. Esto no es ni "pablísmo" ni "errejonísmo". Es fontanería de alcantarilla. Antes que nada debemos decir que, cuando un proyecto de la izquierda fracasa es un paso atrás en la lucha continua para mejorar la situación que afecta de manera negativa a las clases populares. Si, además, este proyecto es una apuesta de integración de distintas formaciones que son capaces de alcanzar el gobierno local y gobernar razonablemente bien a partir de la inexperiencia total durante más de dos años, es un doble fracaso del que hay que extraer las oportunas enseñanzas. Es mucha la responsabilidad que se asume haciendo según qué cosas, ya que no es fácil para la izquierda alcanzar posiciones de gobierno, y todos los actores que intervienen en estos procesos tienen el deber de estar a la altura que se merecen los votantes de Alcalá de Henares.

Esta coalición en la que Somos es una CUP (Candidatura de unidad popular), donde participa Podemos en segunda línea con cuatro concejales, también es una apuesta importante para Podemos cuya filosofía integradora de la diversidad forma parte del ideario desde el principio. Por ello se debe extremar la prudencia a la hora de tomar decisiones que pueden tener consecuencias en el gobierno local y también en la solidez de nuestra posición para las próximas elecciones. No es lo mismo expulsar de Podemos a los concejales por un dictamen fundado del Comité de Garantías, que "apartar" temporalmente, sin expulsar, a estos compañeros, por actuaciones irregulares debidas a errores no constitutivos de delito. Una tercera línea de reorganización sería proceder a una re-estructuración de Podemos en Alcalá, estableciéndose una buena y controlada coordinación con Somos. Finalmente, una cuarta sería la separación definitiva de Podemos y Somos-Alcalá, creándose en Podemos un área municipalista capaz de abordar las próximas elecciones locales. En todos los casos, y separadamente del primero con sus consecuencias (denuncia al Comité de Garantías), si que hay una base solida para la exigencia de responsabilidades y la re-estructuración tanto de Somos como de Podemos en Alcalá. Es algo que no se puede dejar de considerar. Los resultados políticos futuros según la alternativa que se adopte serán radicalmente distintos, y ha llegado el momento de que en el Círculo y en el Consejo Ciudadano Autonómico se trabaje con rigor y honestidad. Basta de juegos, basta de manejos conspirativos y basta de dedicar esfuerzos a la defensa y apuntalamiento de sillones-pesebre de unos y de otros.

En cuanto a Podemos, precediendo a un análisis objetivo de lo sucedido en Alcalá de Henares, se debe valorar la corresponsabilidad del Consejo Ciudadano Autonómico (CCA) y su actuación a lo largo del último año y medio, periodo de tiempo que podemos dividir en dos partes: una anterior a diciembre de 2016 y otra posterior correspondiente al nuevo equipo liderado por Ramón Espinar. En ambos periodos debería haber habido una conexión regular, orgánica, de verdadero contenido conocido en nuestro Círculo, con proyecto y programa común funcionando en el día a día. Son muchas las cuestiones que, en una ciudad como Alcalá de Henares trascienden al espacio local y hay que gestionarlas articuladas con el nivel autonómico. No vale decir que era misión de Alcalá,--(que lo era)-- ya que debería haber habido exigencia y seguimiento de la CAM mediante los controles ordinarios de funcionamiento que existen en toda organización política de ámbito estatal. El CCA tenía la obligación y deber de estar al tanto mediante el seguimiento puntual del programa municipal, tanto el de Somos (a distancia) como el de Podemos de manera cercana.  El divorcio y la desconexión ha sido total. El rosario de hechos producidos desde hace meses junto al proceso de descomposición del Círculo y la desaparición del Consejo Ciudadano Municipal (CCM) de Podemos en Alcalá, con dejación total de sus funciones en más de un año sin que el CCA de Madrid dijera ni pío, no solo da fe de una situación irregular e insostenible, sino que invalida la pretensión del Consejo Ciudadano Autonómico---también su capacidad--de pedir cuentas. Cada palo tiene que aguantar su vela. Es de justicia.

Fuera de actos propagandísticos o festivos, hasta este verano, jamás nos ha visitado un diputado autonómico o un miembro del CCA en funciones de verdadero trabajo político, (en alguna ocasión, a tomar copas). Como se ha dicho antes, no todos los problemas de la ciudad se sustancian y resuelven de manera única en el ámbito local. En la CAM (Comunidad Autónoma de Madrid) hay 179 municipios de los que 20 tienen más de 50.000 habitantes, al menos en esos veinte últimos es inaceptable que la estructura política de Podemos en la CAM se manifieste con tanta pobreza y endeblez tal como ha sucedido con los episodios de Alcalá. Hay noticias e informaciones de otros lugares que presentan parecidas similitudes. Sin duda, este es el caldo de cultivo perfecto para que proliferen todo tipo de iniciativas desviadas, conspiraciones de poder, y el brujuleo continuo de oportunistas y trepas que nada aportan salvo disensiones, inmovilismo y disgregación. Al día de hoy, Podemos esta muy lejos de aproximarse a los estándares mínimos que se necesitan en el activismo práctico de la izquierda en pueblos, barrios y distritos, para producir cambios sociales positivos.  Este es el verdadero trabajo pendiente. La ocupación de todos, en el CCA y en Alcalá.

Como siempre, Podemos es y será lo que sean sus Círculos mal que le pese a los que desearían acabar con ellos porque es de donde podría salir el peligro para sillones y poltronas. Ahí está la clave, y eso es lo que nos diferencia del resto de los partidos. Si se continua por la senda en la que estamos, Podemos, a corto plazo, se convertirá en un partido de poca relevancia, muy lejos del ilusionante proyecto inicial. Como mucho seremos el "machaca"--perdonen la expresión-- del PSOE, y esto sería volver a los pactos de la Transición en versión devaluada. En Alcalá de Henares hay que ser radical. Hay que hacer un esfuerzo para separar el grano de la paja. No estamos sobrados ni de recursos ni de personal y, de la catarsis que necesariamente se tendría que producir, debe salir una nueva--y mejor--versión del proyecto para pilotar la segunda etapa de esta legislatura. Se necesita una gran dosis de pragmatismo para buscar un amplio consenso. En el Círculo de Podemos, un CCM (Consejo Ciudadano Municipal) totalmente renovado, con nuevas ideas y nuevos planteamientos es imprescindible. Pero fraccionar, desunir, y perder efectivos de manera irresponsable, eso ¡NUNCA!

JMS, (21/09/2017)


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