Se
nos ha convocado a la Asamblea de Somos-Alcalá para determinar si el documento
de Reorganización impugnado por diversas
personas al 13 de febrero pasado, es el adecuado para que Somos pueda cumplir
sus objetivos políticos en Alcalá de Henares. En primer lugar denunciamos la
inconveniente conformación del Orden del Día de esta asamblea, que coloca en
último lugar el punto principal y medular que se refiere a la reorganización de
Somos, cuando esta cuestión debería tratarse como primero y único punto en
una asamblea monográfica. Igualmente, la propuesta de expulsión de un
compañero/a, irrelevante en cuanto a lo que es en sí el documento de
organización, (que se supone nulo de pleno derecho), si cumplirá en cambio por
el morbo que contiene, a modo de carnaza, un papel de distracción y consumo del
tiempo disponible restándoselo a los siguientes puntos, por lo que debería ser
tratada en otra asamblea también monográficamente.
Una
vez más debe reseñarse la ilegalidad -(cuando menos, alegalidad-) en que se
encuentra Somos, desaparecida "Convocatoria por Madrid". No se ha
adaptado la estructura de nuestra organización a lo que prescribe el
ordenamiento jurídico vigente y no se ha llevado a efecto la imprescindible
modificación de Estatutos recogiéndose en estos, ya de paso, todos los
requisitos y cautelas que prevé la ley para este tipo de organizaciones
políticas. Todo lo anterior es previo y completamente imprescindible para la
nueva conformación de un Somos-Alcalá dispuesto
a participar en las próximas
elecciones municipales. Nada de todo esto se ha tratado en ninguna asamblea
y por ello es desconocido por la mayoría de las personas simpatizantes de
Somos. El periodo de actividad transcurrido está plagado de irregularidades en
lo que se refiere a la renovación de cargos iniciales desaparecidos; desconocimiento
en muchos casos de la causa causa de estos ceses; inexistencia de libros al día;
desconocimiento de cuál es la composición de los órganos de gobierno y
representación con la correspondiente adscripción de personas con facultad para
certificar en periodos de tiempo concretos; cierres económicos no completos o
parciales desde el origen; determinación de cual es el patrimonio real
existente; inventarios; deslinde y clarificación definitiva de los aspectos
económicos en nuestra relación con Podemos; etc. Además, independientemente de
los diferentes incumplimientos y vacíos legales que hay, --situación que se
intenta resolver en esos momentos de manera parcial--, se deben contemplar
otros aspectos sustanciales que tienen que ver con la orientación organizativa
y política de Somos-Alcalá. A este respecto hay que reseñar dos cuestiones que
son centrales:
1)
Es errónea la concepción del Documento de Reorganización que atiende de manera
principal a como se controla la organización, cuando debería de haberse
propuesto y desarrollado una estructura organizativa acorde a la realidad del
municipio de Alcalá y su composición territorial y humana capaz de expandirse y
crecer de manera progresiva de un modo natural desde la dimensión que tenemos
en este momento.
2)
El Documento de Reorganización es una propuesta artificial, que no puede
cumplir en la práctica con ninguno de sus aparentes propósitos si tenemos en
cuenta los recursos humanos
disponibles. Esta obviedad de todos conocida, es la que lleva a pensar que
el diseño de organización propuesto está orientado de manera principal y no
casual a lo expuesto en el punto uno.
Somos-Alcalá
es una organización política que ya está operando dentro de las
instituciones y aspira a seguir haciéndolo. Por lo tanto, no es ni viable
ni aceptable especular con experimentos políticos que son ajenos a la realidad,
por muy ilusionantes que le puedan parecer a determinadas personas o colectivos.
Lo que hay que atender hoy, debe hacerse con pragmatismo y con los mimbres que
tenemos. A este respecto, resulta totalmente incomprensible que en los dos
años transcurridos no se haya efectuado la ineludible transformación de Somos,
ni se hayan determinado los mecanismo legales,
de funcionamiento y cooperación con Podemos. El documento de
Reorganización, en cualquier caso, debiera ser un paso posterior a la
clarificación de todas esas cuestiones. Es un dato más que nos lleva a lo
expuesto en el punto uno. Todos conocemos cual ha sido el desarrollo de Podemos
y sus deficiencias, pero la responsabilidad principal de esta caótica situación
debe recaer sobre los responsables políticos de Alcalá que, o no han sabido o
no han querido proponer a las instancias autonómicas y estatales del partido un
modelo concreto de estructura política de ciudad. Deberán explicar por qué. En
los dos años transcurridos siempre se ha esquivado esta cuestión lo que nos
vuelve a llevar al punto uno. Es bastante probable que, cuando llegue el
momento de plantearse las próximas elecciones Municipales, la dirección estatal
y/o autonómica de Podemos, en ausencia de un Somos viable tendrá su propio planteamiento,
y con total seguridad en el caso de confrontación, se creará un escenario
inconveniente para todos. Y lo que es más importante: para los habitantes de
Alcalá, que ante un retroceso político previsible verán defraudadas sus
aspiraciones y nos pasaran la factura tanto a Somos como a Podemos.
Las
asambleas del Círculo-Podemos y el núcleo activo del partido que es el Consejo
Ciudadano Municipal (CCM) han venido sufriendo un decaimiento progresivo hasta
la inacción del momento presente. Nuestras asambleas, muy pocas y esporádicas,
sin línea política alguna, que en algún momento del pasado congregaron al
centenar de personas, en la actualidad apenas llegan a 20/30 asistentes. En
una ciudad como Alcalá, que supera los 200.000 habitantes dividida en cinco distritos
enormemente desiguales con problemáticas complejas, la actividad política
debería realizarse simultáneamente en todos ellos. Es un despropósito que
conduce al fracaso, abordar políticamente con los recursos y los efectivos
humanos de que disponemos, actos centralizados y/o rutinarios derivados de las
directrices de Madrid de manera exclusiva en lo que se refiere a Podemos. En
Somos-Alcalá, desde la Concejalía de Participación potenciando debidamente la
figura del Vocal, asistido por un pequeño núcleo activo de personas, se pueden
crear delegaciones del Círculo en cada distrito, en colaboración con personas del
área municipalista de Podemos. Tenemos la obligación de sustituir los
mecanismos de confrontación por los de cooperación Este sería un
planteamiento racional y lógico susceptible de ser debatido y desarrollado progresivamente
hasta lograr una estructura organizativa y política que tuviera una
implantación territorial, democrática y real.
No se ha hecho mención en los párrafos anteriores, a la erosión y
desgaste que el ejercicio de gobernar produce y producirá más aún conforme
avance el tiempo en nuestros concejales. Es una cuestión importante que también
debe ser considerada, estudiada y prevista.
JMS. (27/02/2017).
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