sábado, 29 de diciembre de 2018

MUNICIPALISMO Y CRISIS DE ALCALÁ

Con la supresión del encuentro municipalista promovido por las 13R, y también el primero del Área Municipalista de Podemos que se debería haber celebrado ayer día diez, y que se pasa al mes de septiembre, queda expuesto en toda su pobreza como esta el panorama alcalaino en este tema. Para situarnos un punto de arranque: el Artículo 140 de la Constitución dice: " La constitución garantiza la autonomía de los municipios. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los  Concejales. Los Concejales serán elegidos por los vecinos del municipio mediante sufragio universal igual, libre, directo y secreto, en la forma establecida por la ley. Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos. La ley regulará las condiciones en las que procede el régimen del concejo abierto.

En este momento no hay nadie de los que están en la "pomada" política que no se autoproclame municipalista. Hasta Cristina Cifuentes, a principios de año se definió como municipalista, apostillando que era cosa fácil: "solo había que cumplir las Ordenanazas Municipales". La realidad nos muestra que los partidos políticos---TODOS--- huyen del municipalismo real, crítico, y anclado en el conjunto ciudadano local, como de la peste. Quiero hacer una precisión. Al referirme a los partidos quiero decir a los aparatos orgánicos de los partidos, a las personas influyentes de los entramados y cúpulas directivas que mangonean desde los niveles estatal y autonómico para lograr un municipalismo pastueño y controlado. En la base social no sucede así. La democracia surge de manera natural en lo cercano, la gente tiende a organizarse políticamente en el espacio local para defender lo que es común a todos. Por ello la legitimidad de la acción política y sus mecanismos debe nacer en sentido ascendente desde ahí. Esto era el postulado central del Podemos inicial. Sin embargo, ello supone un peligro cierto para puestos fijos, privilegios, sillones y pesebres en las cúpulas políticas o aparatos orgánicos de los partidos si el pueblo llano detecta corrupciones o incompetencia manifiesta. Por lo tanto, el Municipalismo también debe asumir gran parte de la tarea de control de las decisiones, de las acciones de aquellas personas en quien delegamos, también en las de nuestro partido.

En Podemos las señales son inequívocas y constantes. No hay más que leer el delirante Boletín de 17 de junio que hace referencia a las mucho más delirantes y surrealistas "Guías para los Grupos de Trabajo Municipalistas y las Memorias Políticas" para entender que piensan sobre la política Local los "próceres" de la Secretaría de Organización y Programa de Podemos. Esto lo está diciendo una persona que pertenece al Equipo de Formadores (¡) del partido en la CAM desde principios de 2017. Este equipo, capitaneado por Raquel Rodríguez, lleva en el inmovilísmo más absoluto, sin reuniones, sin actividad, desde las pasadas Navidades (8 meses). Inmersos en este parón total, de manera sorpresiva, aparece la compañera Raquel y otra compañera del equipo en Alcalá (En la Casa Tapón) para darnos una charla sobre Políticas Públicas. (¡¡)

Dicen los entendidos que los Populismos,--Y Podemos es Populista al 100x100---alienan e infantilizan a la ciudadanía con continuos alegatos, mensajes huecos y generalistas, y actos corales. También están de moda en toda Europa. Pero lo cierto es que son rentables desde la relación costo económico--resultado político, al menos en el inicio, (El cielo se toma por asalto). Todos los que estamos en el mundo del activismo político, de los MM.SS. constatamos cada día y somos plenamente conscientes de lo lento, difícil, trabajoso y caro que resulta informar y formar a los ciudadanos para elevar su nivel de conocimiento político en defensa de sus intereses. Por ello es comprensible la búsqueda de atajos para alcanzar el poder recurriendo al márketing político a semejanza de lo que se hace en el mundo comercial. Esta estrategia, inicialmente exitosa, resulta sobre todo más segura para la implantación de los "aparatos" de dirección política y consolidación de las cúpulas directivas del partido con los mínimos riesgos. La consecuencia inmediata es una estructura orgánica "gaseosa", eminentemente confusa, vertical y rígida a la vez, a la que continuamente se disfraza mediante tópicos, latiguillos, proclamas, etc. en sustitución de un verdadero entramado organizativo y democratico en el base social.

Si desde Maquiavelo la política no atiende a consideraciones éticas o morales, los populismos actuales fieles a esta concepción sin duda, además, hacen un alarde de hipocresía digna de las prácticas monacales en los conventos cristianos de la Edad Media, (política vieja--política nueva). El Municipalismo es por lo tanto, el último--no único--reducto claro para defender la democracia, lo cual no quiere decir que esté exento de los vicios y malas prácticas que aquejan a todos los partidos políticos. La tarea de vigilancia y control ha de ser continua y permanente. También el concurso de personas no vinculadas a la organización que participan en nuestros Círculos, (Plataformas de base ciudadana) que, en este momento, están en un proceso acelerado de extinción, (aunque subsistan decorativamente). Seriamos unos suicidas políticos si aceptásemos su desaparición definitiva como parece estar en la agenda del momento. Así las cosas, la pregunta del millón: ¿Es posible la evolución de un partido populista hacia estructuras organizativas convencionales democraticas, imprescindibles cuando se han de asumir  tareas reales de gobierno? La respuesta no la tengo, pero si estoy seguro de que no está ni puede estar en las exclusivas manos de los aparatos del partido y sí, en el impulso que la base social y política ciudadana pueda imprimir si llega a ser capaz de auto-organizarse con la suficiente solidez, y todo ello, dentro del partido. No cabe duda que las resistencias internas van a ser muy grandes.

La crisis de Älcala. transcurridos caso dos años, (Dejando al margen los , procesos judiciales), solo puede entenderse desde las consideraciones descritas en los párrafos anteriores. Solo así se explica la escisión crónica cultivada con esmero permanentemente. De una parte por errores, fallos e ilusorias concepciones políticas y, de otra, por el cálculo frío y consciente de seguir una línea estratégica y táctica favorecedora de la defensa de posiciones personales que nada tienen que ver con la construcción de la estructura necesaria para alcanzar como objetivo central, el éxito político en las próximas elecciones de Alcalá de Henares. Consecuentemente, y partiendo de la realidad del momento, la solución inteligente pasa sin duda por un pragmatismo máximo, tendente a la unidad real y operativa buscando y alcanzando dentro de nuestras asambleas, objetivos concretos mediante proyectos realizados en común.

Por eso en un texto anterior expuse que se había perdido una oportunidad de oro impidiendo la creación del Área Municipalista en la última asamblea. Sé que aquello se debió a un cálculo erróneo de los compañeros de Podemos "somístas",  junto con una equivocada concepción de lo que es la realidad política en la cancha. No obstante, sigo pensando que a pesar de que nos estamos comiendo las semanas y los meses en pleno inmovilismo y distracción, aún hay  tiempo de recomponer la casa común. Con inteligencia, con pragmatismo y con la técnica del bambú.

Próximas elecciones:  26 de mayo de 2019. Pensemos.

JMS. (11/07/2018)

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