Si hacemos un ejercicio de análisis comparado veremos lo siguiente:
El nazismo como forma ideológica, se apoya fundamentalmente en tres cimientos; la figura del líder, la ideología y el uso de las masas. En un momento histórico, Hitler es la figura que el pueblo deseaba tener como gobernante, (de ahí que ganara las elecciones), condición concurrente y coincidente con otras. Se utiliza el concepto de clase y se proyecta el carisma del líder. Pero Hitler no está solo, le acompañan las fuerzas armadas, el partido nazi, la prolija burocracia alemana y la industria con graves problemas. El nazismo responde a los intereses de los grupos hegemónicos, sin duda alguna. Otra característica importante fue el nazismo como subproducto del nacionalismo burgués, del chauvinismo, y de la contrarrevolución antisoviética aunque el punto de inflexión para lograr el poder, también coincidente en el tiempo, estuvo en la debilidad de los partidos burgueses y de la socialdemocracia, (¿No hay un paralelismo con el persistente declive del PSOE en España?) Finalmente, la puesta en escena: El mismo esquema siempre, "el otro" como enemigo, un líder carismático, los culpables, la venganza y la recuperación del poder perdido. ¿Se dan todas estas características en VOX?
Lo dudo, y más aún en el contexto nacional. Lo cual no quiere decir que no haya que estar alerta ante una posible evolución acelerada de los procesos económico-políticos, tanto en el panorama nacional como en el internacional. Un dato para Alcalá de Henares. En las andaluzas, VOX ha pasado de 17.000 a casi 400.000. En Alcalá,---muchos de mis compañeros en esta aciaga noche pasada---o no recordaban o no sabían que VOX participó en las pasadas elecciones de 2015 y obtuvo 774 votos.
¿Que va a suceder en nuestro municipio en mayo de 2019? ¿Se va a producir el crecimiento del voto ultra en progresión geométrica como en Andalucía? Probablemente no, debido a que ya hay un competidor estable, España 2000 con perspectivas de crecimiento. Y puede suceder como en Podemos-IU, que vuelva a repetirse lo ya acontecido; que hay sumas posibles que, sin embargo, restan.
Es incuestionable el declive PP--PSOE, con matices, según donde. En Alcalá el PSOE lo tiene mejor. También es incuestionable como tendencia consolidada, el crecimiento imparable, con aceleración constante, de Ciudadanos. Vayamos a la izquierda. Lo más relevante es el aislamiento políticamente suicida de SomosAlcalá (se tiraran 4 o 5 mil votos a la papelera) desgajado de su origen podemita por las circunstancias judiciales, aunque una sentencia favorable a los ediles enjuiciados podría reorientar las alianzas---siempre y cuando que el otro pleito, el de quien debe estar en la Secretaría General de PodemosAlcala---se resolviera a tiempo y, cualquiera que fuera el resultado, se abordara por las partes con el máximo pragmatismo como lograr la unidad de los dos bloques existentes. Desgraciadamente, ya estamos en tiempo de descuento y el trabajo en la base, con un Somos aislado y un Podemos débil y fragmentado va a ser penalizado inexorablemente por los ciudadanos.
Tampoco las personas que están al frente de los partidos locales, influidos por consignas que no son del nivel local, van a hacer grandes esfuerzos por la convergencia real y la unidad, y los muestreos que se están haciendo indican que la percepción ciudadana capta el mensaje de enfrentamiento, traduciéndose en una notable pérdida de confianza y, por tanto, en pérdida de votos. Por ello, y de no darse un giro de 180º, lo que venimos repitiendo desde hace meses será una realidad: Alcalá de Henares, después de las elecciones municipales de mayo de 2019, con una importante abstención, tendrá un gobierno de derechas.
JMS, (03/12/2018)
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